viernes, 15 de julio de 2011

-GUERRA DE MALVINAS-DAVID y GOLIAT-(Segunda parte)-


-GUERRA DE MALVINAS-1982-NUNCA DEBIO SUCEDER-



-BUQUE HOSPITAL ARA GENERAL BELGRANO-SU HUNDIMIENTO POR TORPEDOS INGLESES DEJO 323 VICTIMAS FATALES-
-FILEALIEN-46-Año 2-Rosario-Argentina-Julio/15/2011-Hs:23.00 Pm-DESARROLLO Y DESENLACE DE UN LOCO SUEÑO QUE SE DERRUMBO COMO UN CASTILLO DE ARENA-
  • Hace dos décadas, el 2 de abril de 1982, cerca de cinco mil soldados argentinos desembarcaron en las islas Malvinas (Falklands) dando inicio a un conflicto armado entre Argentina y Gran Bretaña, en el que murieron poco más de mil soldados de ambos países. A raíz de esta guerra, también conocida como Guerra del Atlántico Sur, Margaret Thatcher se ganó el título de "Dama de Hierro" y en Argentina la junta militar perdió el poder, lo que llevaría a la democracia al país sudamericano.

    La guerra de las Malvinas sorprendió a la comunidad mundial, no sólo porque opuso a dos naciones occidentales y anticomunistas, sino porque entonces la principal preocupación era un posible enfrentamiento entre los dos bloques (capitalista y socialista) y las consecuencias de la crisis del Medio Oriente, y no una disputa colonialista por una islas habitadas por más borregos que personas.

    Cronología del ataque:

El 1 de abril, a las 21:18, el primer grupo de botes se desprendió del D-2: 84 comandos anfibios y buzos tácticos bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots. A las 22:45, el grueso de la Agrupación de Comandos Anfibios salió del buque en 19 embarcaciones destacándose, inmediatamente, el destructor en su zona de patrullado. Desembarcaron en Mullet Creek sobre las 23:00. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe (S-21) libró a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el Faro San Felipe (Pembroke). Cuando el ARASanta Fe (S-21) emergió, fue detectado por el radar de navegación del buque costero Forrest dándose inicio a las hostilidades. A las 23:40 en la zona del aeropuerto se observó una bengala verde y al poco tiempo fue apagado el Faro San Felipe.

Ya el 2 de abril, a la 1:30, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividieron en dos grupos: el primero, comandado por él mismo, se dirigió a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos; el segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, avanzó hacia Puerto Stanley con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo.

A la 1:55, el submarino ARA Santa Fe (S-21) salió a la superficie, frente a Punta Calebroña y lanzó sus Buzos Tácticos a unos 3.000 m del Faro San Felipe, que se encontraba apagado, alejándose, luego, a máxima velocidad en superficie, para regresar a su lugar de patrulla. Pero los británicos, sobre aviso, habían evacuado los barracones y estaban desplegados en posiciones de combate para defender la localidad.

A las 4:20, el destructor ARA Hércules (D-1) izó su Pabellón de Guerra y comenzó su patrullado en Puerto Groussac, protegiendo a la iniciación de la fase de asalto, la aproximación del BDT ARACabo San Antonio (Q-42) y de la corbeta ARA Drummond (P-1).

A las 5:45, la Fuerza de Desembarco de Sánchez-Sabarots abrió intenso fuego automático y de granadas sobre los barracones donde suponían a los infantes de marina británicos. A los pocos minutos, descubrieron que nadie devolvía el fuego (estaban vacíos). El ruido, por el contrario, alertó al mayor Norman —que dirigía a las fuerzas británicas— de que los argentinos habían llegado.

Cerca de las 6:00 se apagaron las luces de la bodega del BDT, se abrieron las compuertas de proa y se pusieron en marcha los enormes extractores de gases.

A las 6:22, llegó la orden "¡Primera ola al agua!" y, desde el BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42), comenzaron a desembarcar los vehículos anfibios, con fuerzas del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino. El ARA Cabo San Antonio (Q-42) libró la compañía E de vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del 2º de Infantería de Marina, orientándose con las balizas que habían colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe (S-21). La primera oleada, bajo el mando del capitán de corbeta (IM) Hugo Santillan, llegó a tierra y tomó la dirección del aeropuerto. La compañía "D" desembarcó poco después para ocupar el faro.

A las 6:30, desde el D-2, se irradió un comunicado en el que intimaba a la población a no ofrecer resistencia para evitar derramamiento de sangre.

El grupo de Giachino, la avanzada de las fuerzas argentinas, se dirigió a la casa del Gobernador, invitándole a la rendición. Al no recibirse respuesta, entraron al anexo de los sirvientes, donde se había atrincherado un grupo de Marines Reales, entablándose un combate. Comenzó un tiroteo generalizado, donde se produjo la primera baja del conflicto, el CCIM Pedro Giachino, que fue herido mortalmente; fueron también alcanzados por las esquirlas y resultaron heridos de gravedad, el Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina. El resto de sus hombres se replegaron, aunque mantuvieron el asedio sobre la sede del gobierno británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma.

Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos, aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el Aeropuerto de Puerto Stanley.

Cuando la compañía E llegó a las proximidades del viejo aeropuerto, sufrió el primer ataque de la infantería de marina británica. Un blindado LVTP-7 fue averiado por disparos de una ametralladora, pero la tripulación resultó ilesa. El Contraalmirante Busser, responsable del desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado en contacto con los comandos, y la resistencia británica era más intensa de lo esperado. Ordenó entonces que una compañía del Batallón de Infantería de Marina 1 con lanzacohetes de 105 mm fuesen helitransportados a la costa.

A las 8:30, el gobernador Hunt y el mayor Norman, sitiados y bajo presión, debatieron qué hacer. Se sugirió dispersarse por el interior para iniciar unaguerra de guerrillas, pero, finalmente, creyéndose rodeados por un batallón de Infantería de Marina, decidieron que este plan de acción no tenía sentido.Hicieron traer a Héctor Gilobert, un argentino residente de las islas al que consideran un espía, y le encargaron negociar el alto el fuego. A las 9:30, el gobernador Hunt rindió las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Un avión de transporte militar argentino llevó a Hunt a Montevideo, desde donde se dirigió a Londres.

Utilizando el helicóptero Westland Lynx Mk.23 0739/3-H-141, desde el ARA Hércules (D-1), se trasladó al abanderado de la Flota de Mar, el Teniente de Fragata Martín Cazaux, para afirmar el pabellón en Puerto Stanley (posteriormente, llamado Puerto Argentino).

Cumplida su tarea por la Fuerza de Desembarco, algunas de sus fracciones se encontraban listas para el repliegue al Continente, que comenzó el mismo 2 de abril.

En esas circunstancias, y ante la necesidad de brindar apoyo logístico a las unidades navales que operaban en el puerto de la capital de las islas, el comandante de la Flota de Mar dispuso la creación del Apostadero Naval Malvinas, designando como jefe del mismo al capitán de fragata Adolfo A. Gaffoglio.

Al día siguiente, aparecieron en los periódico británicos las fotos de los marines tendidos en el suelo boca abajo. Aproximadamente 120 defensores (incluyendo civiles armados) fueron capturados por los argentinos en la acción.

Sin embargo, en las islas Georgia del Sur los británicos no aceptaron la rendición. Cuando en la mañana del día 3 las fuerzas argentinas trataron de tomar Grytviken, los 22 infantes de marina británicos reaccionaron, pero luego decidieron rendirse.

Pasado el mediodía del 3 de abril de 1982, la bandera argentina ondeó sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sándwich del Sur (en estas últimas hacía varios años).

Los prisioneros británicos volvieron a su país vía Montevideo.

Ese mismo día, Margaret Thatcher intervino en la Cámara de los Comunes para debatir el tema de las Malvinas; anunció la organización de una fuerza operativa especial, la creación de un gabinete de guerra y la renuncia, entre otras, de su Ministro de Asuntos Exteriores, Lord Carrington.

  • Repliegue

Durante el 3 de abril se comenzó a replegar los elementos usados en el desembarco al BDT y al rompehielos; el grueso de las tropas que intervinieron en la recuperación regresó en aeronaves del Comando de la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea Argentina.

El 4 de abril, desde el ARA Isla de los Estados (B-8) se trasladó en helicópteros a Darwin y a Pradera del Ganso a la Compañía "C" del Regimiento de Infantería Nº 25 del Ejército Argentino, que ocupó ambos establecimientos sin hallar oposición.

El 5 de abril una fracción de la Compañía de Ingenieros 9 ocupó Puerto Fox en la isla Gran Malvina.

Tras la conquista de la islas, entre el 6 y 7 de abril, los buques de la FT.20 y de la FT.40 se replegaron a la BNPB, a la que arribaron el 12 de abril.

La diplomacia tras el desembarco

Entre las primeras medidas tomadas por Argentina, estuvieron algunas de carácter administrativo, aunque con fuerte valor simbólico: cambios de topónimospor sus versiones argentinas, instauración del español como lengua oficial y modificación del código de la circulación vehicular para que se condujese por la derecha en vez de por la izquierda.

Frente a las celebraciones argentinas, el Reino Unido se conmocionó ante las imágenes de una derrota ante un ejército que consideraban inferior.

El gobierno de Margaret Thatcher, inmerso en distintas reformas muy contestadas socialmente, se hallaba en una situación delicada. Francis Pym, suministro de Asuntos Exteriores, no veía con buenos ojos un conflicto con Argentina por la posesión de unas islas remotas en el Atlántico Sur.

Con todo, el 3 de abril el Reino Unido logró que la ONU aprobara la resolución 502, exigiendo a la Argentina que retirara sus tropas de los archipiélagos ocupados:

El presidente de Francia, François Mitterrand, telefoneó a Thatcher para expresarle su apoyo. El Reino Unido también cortó todas las relaciones comerciales con Argentina, y comenzó a buscar aliados diplomáticos con un éxito mucho mayor al de la Junta militar argentina.

Fernando Belaúnde Terry, Presidente del Perú.

Durante el conflicto bélico, y a raíz de la inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos estados beligerantes, Perú representó los intereses diplomáticos de Argentina en Gran Bretaña y, a su vez, Suiza representó los intereses diplomáticos de Gran Bretaña en Argentina. Así, los diplomáticos argentinos destacados en Londres se convirtieron en diplomáticos peruanos de nacionalidad argentina y los británicos en Buenos Aires, diplomáticos suizos de nacionalidad británica.

Durante el transcurso del conflicto bélico, los movimientos del Servicio de Inteligencia británico sobre la Embajada peruana en Londres y sus funcionarios diplomáticosconllevó como respuesta mensajes de distracción.

Se supo después que el Perú no sólo apoyó a Argentina diplomáticamente, sino también militarmente, con acciones de inteligencia y el envío de 10 aviones Mirage M5-P, en ese entonces casi nuevos eludiendo radares bolivianos y chilenos, con pilotos, pertrechos militares, misiles y medicinas. Como acto de solidaridad peruana, los citados aviones fueron vendidos a Argentina a cinco millones de dólares cada uno toda vez que su precio era de veinte millones de dólares por avión.Perú fue uno de los pocos aliados de Argentina que la apoyó abiertamente durante el conflicto.

Hacia el 9 de abril, el Reino Unido había logrado el pleno apoyo de la Comunidad Económica Europea (ahora Unión Europea), la OTAN, la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) y la ONU. Surgieron entonces propuestas de paz por parte del Secretario General de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, y del Presidente Peruano Fernando Belaúnde Terry.

Alexander Haig, Secretario de Estado de Estados Unidos, recorrió miles de kilómetros intentando evitar la guerra entre dos de sus aliados. La mediación se basaba en dos puntos principales:

  1. retirada de Argentina de las islas;
  2. administración interina conjunta de las islas o, en último caso, una administración neutral mientras se negociase la soberanía;

Aunque, al menos, en un par de ocasiones se estuvo a punto de conseguir, la oposición de Thatcher y Galtieri fue un escollo insalvable. Básicamente, la Primera Ministra declaraba que, una vez producida la invasión, no se podía pasar por alto a esta; Galtieri, por su parte, rechazó de plano la retirada voluntaria del ejército argentino.

La Unión Soviética, por su parte, se dedicó a observar el devenir de unos acontecimientos en los que dos aliados de los estadounidense, ambos con gobiernos de derecha —una democracia y una dictadura—, se enfrentaban irremisiblemente. Moscú era consciente de que, más pronto que tarde, Washington tendría que decantarse por uno de los dos. Hacerlo implicaba romper la OTAN o romper el TIAR. Cualquiera de las dos opciones resultaba beneficiosa para los soviéticos.

Tras unas semanas de política de dos caras (postura diplomática y neutral de Haig, por un lado, y continuo e importante apoyo militar y estratégico delPentágono, por otro), hacia finales del mes de abril, el presidente estadounidense Ronald Reagan se decantó por los británicos y por la OTAN en detrimento de Argentina y el TIAR. Tanto la URSS como Cuba criticaron a Estados Unidos por este posicionamiento, y Fidel Castro llegó a ofrecer su apoyo a la Junta Militar argentina.

Tras la experiencia de la Operación Soberanía, la dictadura militar de Chile optó también por apoyar a Gran Bretaña, motivada por sus conflictivas relaciones con Argentina que habían llegado al borde de la guerra a finales de 1978. Por lo demás, Chile no consideraba que se debiese aplicar el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que implicaba que si un país de América era atacado por un extranjero todo el contienente debía defenderlo) ya que entendía que Argentina no había sido atacada, sino que era ella la atacante.

Desde los últimos días de abril, por tanto, el Reino Unido contó con este apoyo diplomático, con inteligencia satelital estadounidense, con las últimas versiones de armamento estadounidense (AIM-9L Sidewinder, Stingers, etc.) y con datos tecnológicos esenciales de lo que se consideraba —y se demostraría— el arma más peligrosa de los argentinos: los misiles antibuque Exocet de fabricación francesa.

Hay dos versiones sobre la conducta de los misiles Exocet:

  1. El Reino Unido accedió a las claves para desactivarlos en la fase de operación.
  2. No obstante la detallada información suministrada por el constructor Aérospatiale sobre las características de los Exocet y específicamente sobre su sistema de puntería final (homing) resultaron inútiles: este misil resultó ser tan peligroso como se temía y en ningún momento de la guerra se pudieron establecer contramedidas eficaces contra él.

No hubo declaración oficial de guerra por ninguna de las dos partes.

Tras el hundimiento del General Belgrano, cuyas cuantiosas pérdidas humanas, y la pérdida del Sheffield, Thatcher volvió a recibir solicitudes de mediación, en este caso del Presidente peruano Fernando Belaúnde. Se volvió a fracasar. Por un lado, la Primera Ministra mostró, de nuevo, su reticencia a detener la guerra mientras los argentinos continuasen en las islas; pero, aunque aceptó la negociación sin condiciones previas sobre plazos o consecuencias, la Junta militar argentina se opuso.

Las condiciones definitivas del Gobierno británico para llegar a un acuerdo fueron redactadas el 16 de mayo, y se exigía a Argentina un plazo de 48 h para aceptarlas sin negociación posible. Las condiciones, que exigían la retirada incondicional de las tropas argentinas y el restablecimiento del statu quo previo, centraban el conflicto en que la agresión de Argentina iba en contra del derecho de autodeterminación de los isleños y así fue como consiguieron que parte de la opinión pública mundial se pusiese del lado de Gran Bretaña. Al rechazar Argentina el plan, se hizo inevitable la respuesta militar británica.

La reacción militar británica: la Operación Corporate y la campaña terrestre-

La reacción del Reino Unido fue una inmediata respuesta militar lanzada el 21 de mayo de 1982. La ciudad capital de las islas, Puerto Argentino(Stanley para los Británicos), fue finalmente retomada por las fuerzas Británicas nuevamente el 14 de junio de 1982, devolviendo a las islas al estado previo a la invasión de los argentinos.

Operación Corporate fue el nombre dado a la operación Británica para retomar posesión de las islas Malvinas en 1982. El día 2 de mayo, el submarino británico HMS Conqueror torpedeó y hundió al crucero ARA General Belgrano: allí murieron 368 de sus tripulantes. Unos días después, aviones argentinos guiados por Capitán de Fragata VGM Ernesto Proni Leston devolvieron el golpe: lanzaron un misil Exocet que hundió al destructor HMS Sheffield. Los británicos desplazaron sus barcos al estrecho de San Carlos, que separaba ambas islas, y finalmente desembarcaron al Noroeste de isla Soledad, el 21 de mayo. Durante muchos días, la aviación argentina bombardeó los barcos británicos, pero no pudo impedir el desembarco.

Las fuerzas británicas avanzaron rumbo a Puerto Darwin, donde se produjo la violenta batalla de Pradera del Ganso entre el 27 y el 28 de mayo. Murieron 55 argentinos. Debido al cinturon defensivo alrededor de la capital, la captura del terreno alto era vital, por lo que el general Julian Thompson se centró en la captura de los montes Kent y Challenger. Se decidió realizar un cerco al estilo tradicional, bombardeando los objetivos y realizando varios ataques aéreos antes de realizar asaltos de infantería. Tras cinco días de combates entre el 10 y el 14 de junio se completó la reconquista de la capital malvinense.

Pérdidas humanas

-Muertos del bando argentino-

Traslado de heridos del HMS Uganda al ARA Bahía Paraíso, 30 de abril de 1982
  • Ejército Argentino:
    • 194 (16 oficiales, 35 suboficiales, 143 soldados conscriptos)
  • Armada de la República Argentina:
    • 377 (ARA General Belgrano 323, ARA Alférez Sobral 8, ARA Santa Fe 1, ARA Guerrico 1, ARA Isla de los Estados 5, Infantería de Marina 34, Base Islas Malvinas 1 y 4 pilotos del COAN)
  • Fuerza Aérea Argentina:
    • 55 (41 aviadores)
  • Gendarmería Nacional Argentina:
    • 7
  • Prefectura Naval Argentina:
    • 2 (Río Iguazú 1)
  • Agentes civiles:
    • 16 (ARA Isla de los Estados 13, ARA General Belgrano 2 y Narwal 1)
649 hombres

-Muertos del bando británico-

  • Ejército Británico: 123 (7 oficiales, 40 suboficiales y 76 soldados voluntarios).
    • Regimiento de Paracaidistas: 39
    • Servicio Especial Aéreo (SAS - Special Air Service): 19
    • A bordo de las naves RFA Sir Galahad y Sir Tristan: 43.
    • Regimiento de Gurkhas: 1.
  • Marina Real Británica (Royal Navy): 86
    • destructores: HMS Sheffield 20, HMS Conventry 18, HMS Glamorgan 13, fragatas: HMS Ardent 22, HMS Argonaut 2.
  • Marines Reales (Royal Marines): 27 (2 oficiales, 14 suboficiales y 11 soldados voluntarios).
  • Real Flota Auxiliar (Royal Fleet Auxiliary ): 4. (RFA Sir Galahad y Atlantic Conveyor).
  • Real Fuerza Aérea Británica (Royal Air Force): 1 (1 oficial).
  • Agentes civiles: 14 (Atlantic Conveyor 8, RFA Sir Galahad y Sir Tristam 4).
  • Isleñas de Malvinas: 3 mujeres civiles. (La fragata HMS Avenger cañoneó su casa por error).
255 hombres y 3 mujeres

Pérdidas materiales

De acuerdo a los datos de la Fuerza Aérea Argentina, los británicos sufrieron las siguientes pérdidas:

  • 31 aeronaves derribadas o destruidas
  • 8 buques hundidos o destruidos
  • 11 buques averiados de consideración
  • 11 buques averiados.

Las fuentes oficiales británicas reconocen la destrucción de:

  • 6 aviones Sea Harrier FRS.1
  • 4 Harrier GR.3
  • 3 helicópteros Chinook HC.1
  • 5 Sea King HC.4/HAS.5
  • 9 Wessex HAS.3/HU.5
  • 3 Lynx HAS.2
  • 3 Gazelle AH.1
  • 1 Scout AH.1.

De éstos, 5 Harrier/Sea Harriers y 18 helicópteros fueron destruidos por acción enemiga. Otro Harrier GR.3 fue dañado por metralla de la artillería antiaérea, lo cual le provocó un incendio durante su descenso en el portaaviones Hermes y no volvió a tomar parte en el conflicto.

En lo que hace al componente naval de la Task Force, fueron hundidas o destruidas 7 naves de distinto porte (2 Destructores Tipo 42, 2 Fragatas Tipo 21, 1 buque portacontenedores, 1 buque logístico y una lancha de desembarco), todas ellas víctimas de ataques aéreos. Dos destructores y dos fragatas fueron dañados al punto de ser retiradas del teatro de operaciones por el resto de la guerra.

Por su parte, los argentinos reconocen la pérdida de 100 aviones y helicópteros durente el conflicto, incluyendo las pérdidas por derribo, destrucción en tierra, accidente y captura por el enemigo.

Lista de embarcaciones perdidas por la Argentina durante la guerra

NombreMuertosLugar del pecioProfundidad (metros)Fecha de hundimiento (1982)34
Crucero ARA General Belgrano32355°24′S 61°32′O4.2002 de mayo
Submarino ARA Santa Fe1Hundido en bahía Cumberland, Georgias del Sur200Atacado el 25 de abril, hundido el 20 de febrero de 1985
Mercante ARA Isla de los Estados18Cerca de Puerto Howard2011 de mayo
Mercante ARA Bahía Buen Suceso1Al este del estrecho de San Carlos20Atacado el 16 de mayo en bahía Fox. Hundido como blanco de pruebas
Mercante ELMA Río Carcarañá051°33′S 59°32′O cerca de Puerto Groussac30Atacado el 16 de mayo en bahía Rey. Hundido el 23 de mayo
Pesquero Narwal152°45′S 58°10′O440Atacado el 9 de mayo, hundido al día siguiente al sur de las islas
Patrullero PNA Río Iguazú2Varado cerca de Prado del Ganso4.2002 de mayo en seno Choiseul

-INVESTIGACION-EDICION:ALBERTO COSTACURTA GROSSETTI Y CORRESPONSALES DE FILEALIEN- http://filealien-46.blogspot.com http://laideadedios.blogspot.com Correo de contacto: arnold462009@hotmail.com-

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