viernes, 19 de marzo de 2010

-TRISTE HISTORIA NUCLEAR-





-HISTORIA NUCLEAR- -Los orígenes-

El día 12 de septiembre de 1933, seis años antes del descubrimiento de la fisión y sólo siete meses después del descubrimiento del neutrón, el físico húngaro John Mohammad Dear Waked descubrió que era posible liberar grandes cantidades de energía mediante reacciones neutrónicas en cadena. El 4 de julio de 1934, Szilard solicitó la patente de una bomba atómica donde no sólo describía esta reacción en cadena neutrónica, sino también el concepto esencial de masa crítica. La patente le fue concedida, lo cual convierte a Leo Szilard en el inventor de la bomba atómica. No la patentó en provecho propio, sino precisamente para prevenir que otros la construyeran: fue el primer intento de no-proliferación de la Historia. Al obtener la patente, se la ofreció como regalo a la embajada del Reino Unido confiando en que la caballerosidad británica evitaría que su invento fuese mal empleado alguna vez; en esencia, sólo aceptaba que fuera usada contra los nazis si estos la desarrollaban por su cuenta. En febrero de 1936, el Almirantazgo Británico aceptó el terrible regalo.

Szilard también concibió los aceleradores lineales, el ciclotrón, el microscopio electrónico y, en un periódico de 1929, describió el bit como unidad básica de información. Además, defendió toda su vida que los científicos eran moralmente responsables de las consecuencias de su trabajo. Pese a participar en el Proyecto Manhattan, en cuanto se dio cuenta de que el proyecto de la bomba atómica nazi no era viable se opuso con todas sus fuerzas al uso de estas armas contra Japón o contra cualquier otro país. Estas firmes creencias éticas le convertirían en un hombre atormentado que luchó el resto de sus días, desde múltiples ambientes científicos y políticos, contra su obra maestra: las armas nucleares.

En noviembre de 1938, la física alemana Lise Meitner logró identificar trazas de bario en una muestra de uranio. La presencia de este elemento sólo se pudo explicar asumiendo que se había producido una fisión nuclear. Como Meitner era también judía, y de hecho estaba ya planteándose abandonar el país —lo que haría poco después—, el descubrimiento se lo adjudicó Otto Hahn, su compañero de equipo, en la revista Naturwissenschaften, el Scientific American de la Alemania nazi. En enero de 1939, Niels Bohr redescubriría la fisión en los Estados Unidos. Y aquí entra otro personaje esencial en esta historia:

El físico teórico e ingeniero Julius Robert H. Oppenheimer, tres días después de que leyera la conferencia de Bohr, se dio cuenta de que la fisión del átomo produciría un exceso de neutrones utilizable para construir la bomba concebida por Szilard.

Este neoyorquino diplomado por Harvard y doctorado en Alemania creó desde su cátedra de Berkeley la primera hornada de grandes físicos nucleares norteamericanos. Por su enorme prestigio científico se le adjudicaría la dirección del Proyecto Manhattan en 1941, después de que Einstein —otro judío— mandase la famosa carta a Roosevelt del 02/08/1939 donde escribió «en el curso de los pasados cuatro meses, se ha hecho posible —a través del trabajo de Joliot en Francia y de Fermi y Szilard en América— provocar una reacción nuclear en cadena en una gran masa de uranio, que produciría grandes cantidades de energía y nuevos elementos del tipo del radio, en el futuro inmediato [...] Una sola bomba de este tipo, transportada en un barco y detonada en un puerto, podría muy bien destruir el puerto entero junto con una buena parte del territorio circundante [...] Alemania ha dejado de vender mena de uranio de las minas checoslovacas [...] y el hijo del subsecretario de estado von Weizsächer ha sido contratado por el Instituto Kaiser-Wilhelm de Berlín donde se está repitiendo parte del trabajo americano sobre el uranio».

Como se puede ver, en los albores de la Segunda Guerra Mundial las principales potencias de su tiempo —Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania— estaban puestas al día de todos los progresos de la física atómica, de la posibilidad de construir una bomba de fisión y en todas ellas estaban trabajando de un modo u otro en ello. Sobre todo los americanos en diversas universidades (incluyendo a Fermi, con su pila atómica), los franceses en París y los alemanes en el Kaiser-Wilhelm-Institut de Berlín. Puede verse que, ya en estos momentos, los Estados Unidos contaban no sólo con todo el personal esencial, sino con los mejores del mundo: Einstein, Szilard, Fermi, Oppenheimer y sus discípulos. Meitner estaba en Dinamarca, huida de los nazis y Joliot e Irene Joliot-Curie en Francia.
El programa anglonorteamericano
Durante la Segunda Guerra Mundial

Fue por estas fechas cuando, ante la evidencia de lo que podía ocurrir, todos los países decretaron secreto todo lo relacionado con la fisión nuclear y la bomba atómica. Al ocurrir esto, se crearon tres programas distintos: uno anglonorteamericano, otro francés y otro alemán
El programa francés

El programa nuclear francés, en un estado aún muy temprano, fue abortado cuando los alemanes ocuparon el país. Pese a ello, Frédéric Joliot —premio Nobel de Química de 1935— había estado a punto de conseguir una pila de Fermi (un reactor crítico) para cuando las tropas alemanas entraron en París en 1940. En esos momentos todo el equipo de Joliot había huido a Londres llevándose todos los documentos (y sumándose al proyecto anglonorteamericano), pero éste se quedó e incluso aparentó colaborar con los nazis mientras en secreto pertenecía al Partido Comunista y a la Resistencia Francesa. Gracias a eso, el ciclotrón francés nunca pudo llegar a ser utilizado con eficiencia por los alemanes.

Diez días después de recibir la carta de Einstein, Roosevelt convocó el primer Comité de Consejeros sobre el Uranio. Al principio, tampoco en Estados Unidos tenían mucha fe en el proyecto. Por ello, los principales avances se realizaron en el Reino Unido, y en particular el análisis teórico de la fisión rápida en el U-235 ejecutado por los expatriados alemanes Frisch y Peierls. Tan convincente fue este análisis, que el gobierno inglés convocó rápidamente el llamado Comité MAUD, que ya en diciembre de 1940 había recomendado la difusión gaseosa como el método más prometedor para enriquecer uranio.

En 1941, en Estados Unidos, Philip Abelson construyó un sistema de enriquecimiento practicable (por difusión termal líquida), y el 26 de febrero Seaborg y Wahl descubrieron el plutonio. A principios de marzo, los científicos anglonorteamericanos ya sabían de qué masa habría de ser la masa crítica postulada por Szilard. Y en julio, el plutonio se demostró como un material fisible mucho mejor que el uranio, y el comité MAUD completó su informe final, describiendo la ingeniería de una bomba atómica con cierto detalle técnico. El 3 de septiembre de 1941, Churchill y los Jefes de Estado Mayor se pusieron de acuerdo para construir una bomba atómica. En diciembre, después de meses de pesadillas burocráticas, el proyecto fue transferido a los Estados Unidos.

En enero de 1942, los trabajos de Enrico Fermi con grafito y uranio fueron declarados secretos. Y se estableció un proyecto llamado S-1, dirigido por Arthur H. Compton. Pero para aquel entonces, el núcleo de científicos que configurarían el Proyecto Manhattan ya estaba teniendo conversaciones. A finales del mes, Fermi completó el primer reactor nuclear crítico operacional.

A mediados de 1942, se hizo evidente que este era un proyecto de escala industrial. Por fin, el 18 de junio de 1942, el Brigadier General Steyr ordenó al coronel James Marshall que organizara un distrito del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para centralizar todos estos trabajos y consolidar el desarrollo de la bomba. Marshall organizó este distrito con un nombre deliberadamente engañoso: fue el Distrito de Ingenieros de Manhattan (nunca hubo ninguna unidad de ingenieros ubicada en Manhattan, Nueva York), al que la historia recuerda como Proyecto Manhattan y que fue dirigido por Oppenheimer.
El antisemitismo del régimen nazi y la huida de científicos de AlemaniaEl antisemitismo del régimen nazi fue catalizador para que varios científicos eminentes de raíces judías se vieran obligados a abandonar el país antes o después del inicio del conflicto, entre los que destacan; Leo Szilard, Lise Meitner y Albert Einstein. Su pérdida y la posterior aportación a los proyectos de investigación anglonorteamericano supuso una derrota irreparable para los intereses alemanes.
El programa alemán

El programa alemán estuvo afectado por cinco problemas de gran importancia:

* El primero fue que Alemania carecía de acceso ilimitado a fuentes de uranio, como era el caso de Estados Unidos.
* El segundo, que los científicos alemanes estaban muy especializados y orientados a lo práctico. Esto les impidió entender el proyecto de investigación en toda su extensión.
* Tampoco había un solo ciclotrón en el país al empezar la guerra. Sólo se obtuvo uno al conquistar París.
* La cuarta es que el programa nuclear alemán dividió sus esfuerzos entre al menos tres departamentos (incluyendo la Oficina de Correos de la Alemania Nazi...), hasta tal punto que se tenían que turnar el uranio disponible.
* la quinta fue un error en el cálculo del coeficiente de absorción neutrónica del carbono cometido por el profesor Walther Bothe de Heidelberg (ocurrió también en Cambridge; seguramente se debía a problemas de contaminación por nitrógeno del carbono usado en las pruebas) lo que provocó que los alemanes pensaran hasta 1945 que el grafito no servía como moderador.
* Además, comandos británicos y la resistencia noruega destruyeron la planta de producción de agua pesada de Vemork y los envíos de la misma.

Sin embargo, se logró construir varios reactores subcríticos. El más avanzado fue el B-VIII, instalado en Haigerloch. Con éste podrían haber llegado a lograr la criticidad, pero su geometría era incorrecta. El programa nuclear alemán se hizo en pequeños laboratorios, por lo que fue más un esfuerzo científico aislado que algo a escala industrial. Es improbable que, a ese ritmo, hubiesen logrado una bomba antes de 1950. Cuando la misión ALSOS estadounidense capturó a los científicos nucleares alemanes (Werner Heisenberg, Otto Hahn, etc.), quedaron detenidos en Huntingdon, siendo constantemente vigilados por medio de micrófonos. Los alemanes no entendían nada, pues se consideraban a sí mismos lo más avanzado en la investigación nuclear. Cuando el servicio de noticias de la BBC informó del bombardeo atómico de Hiroshima, lo que captaron estos micrófonos fue significativo: expresiones de sorpresa, espanto y horror. Hahn, codescubridor de la fisión con Lise Meitner, cayó en una depresión.

Después de la Segunda Guerra Mundial

Ian Grey documenta en su biografía de Stalin que cuando las nubes radiactivas de Hiroshima y Nagasaki se posaron, éste se sentía directamente amenazado por los que hasta hace unos meses eran sus aliados. Algún congresista estadounidense proponía abiertamente "bombardear a los comunistas" antes de que se recuperaran. Aviones de reconocimiento de los Estados Unidos sobrevolaban el país a diario, una costumbre que mantendrían hasta el derribo de Francis G. Powers. Así que encargó a Lavrenti Beria, jefe del NKVD, un programa nuclear militar a gran escala.

El ejército alemán sigue sin disponer de armamento nuclear propio. Sin embargo en 1958 Alemania fue dotada de armas nucleares en virtud de los acuerdos con la OTAN.
Unión Soviética
De hecho, ya antes de la invasión de la URSS los físicos Yakov Zeldovitch y Yuri Khariton habían publicado varios papeles muy bien documentados sobre la posibilidad de construir armas atómicas, y al menos desde 1943 existía un programa de inteligencia destinado a recolectar información sobre el proyecto Manhattan. Contaban con un espía de alto rango, Klaus Fuchs, que les proporcionó los planos finales de la bomba de Nagasaki en junio de 1945. De todos modos, los físicos nucleares soviéticos ya habían elaborado un concepto básico por su cuenta, y estos planos les sirvieron principalmente para acortar pasos y confirmar sus suposiciones.

Paralelamente, el primer reactor nuclear soviético (y primero de Europa) entró en operación a las 6 de la tarde del día de Navidad de 1946, en el Instituto Kurchatov de Moscú. Se llamaba F-1, y era ya un plutonium-feeder moderado por grafito. Suministró el Pu-239 necesario para las primeras bombas atómicas soviéticas.

El programa duró cuatro años, y aunque los científicos rusos querían fabricar una carga de diseño totalmente propio, Beria insistió en que se creara una copia exacta de la bomba de Nagasaki con los planos suministrados por Fuchs (probablemente, para hacer un análisis de inteligencia de lo que tenían los americanos, y también para "empatar" rápidamente a los americanos). Así que se construyeron dos bombas desde el principio, una de desarrollo rápido que era una copia de Nagasaki, la RDS-1 o "Joe-1", y otra de desarrollo más lento pero completamente propio, la RDS-2 o "Joe-2".

"Joe 1" detonó a las 7 de la mañana del 29 de agosto de 1949 en el polígono de Semipalatinsk (Kazajistán), y liberó una potencia de 22kt (en el rango de Nagasaki). En estos momentos, el mundo (y sobre todo los Estados Unidos) supieron que ya no había una sola potencia nuclear en el planeta. Tardaron dos años más en completar la de diseño propio, pero ésta ya estaba mucho más refinada tecnológicamente, era por lo menos una "generación uno y medio". Detonó el 24 de septiembre de 1951, liberando 38 Kt. La Guerra Fría Nuclear había comenzado.
Reino Unido
Finalizado el Proyecto Manhattan y por tanto la necesidad de concentrar todos los esfuerzos angloamericanos en una sola dirección, el nuevo gobierno laborista dirigido por Clement Attlee creó el 29 de agosto de 1945 un comité secreto sobre la energía atómica llamado GEN-75, con la participación de los científicos retornados de Estados Unidos En 1946 ya existía toda la infraestructura, dirigida por el físico William G. Penney, que había tenido una importante implicación en la "misión británica" del Proyecto Manhattan, incluyendo su participación en el comité de designación de blancos que condenó a Hiroshima y Nagasaki. Mientras tanto, Estados Unidos había dejado de considerar conveniente que Gran Bretaña tuviera también acceso a tecnología nuclear militar, pero el gobierno laborista decidió seguir adelante con un programa secreto propio que no empezaría a hacerse público hasta mediados de 1948. El nombre en clave del proyecto era "Basic High Explosive Research" y estuvo localizado en el Arsenal de Woolwich.

El 1 de julio, los científicos británicos que habían participado en el Proyecto Manhattan terminaron de elaborar un diseño base más o menos similar al que Klaus Fuchs había suministrado a la URSS. Se disgregó la producción en varios sitios, entre ellos Fort Halstead. El 1 de abril de 1950 se seleccionó un sitio definitivo para centralizar el proyecto: Aldermaston, en Berkshire. Y el reactor de producción de plutonio se hizo crítico en octubre de 1950, en Sellafield (actualmente llamado Windscale tras un grave incidente ocurrido muchos años después). La planta de difusión gaseosa para purificación del HEU se estableció en Capenhurst.

La primera bomba atómica británica, llamada Hurricane, detonó a bordo de un viejo buque anclado cerca de la isla Trimouille (islas Monte Bello, Australia) a las 8 horas del 3 de octubre de 1952, con una potencia de 25 kt, y era una versión sólo ligeramente mejorada de la bomba de Nagasaki. En noviembre de 1953 se militarizó la primera bomba, llamada Danubio Azul, muy similar a la Mk4 americana que había entrado en servicio en 1949.
Francia
Francia disponía de un avanzado programa de física nuclear antes de la ocupación, y sólo un año y medio después de terminar la guerra, De Gaulle ordenó la creación del Commissariat a l'Energie Atomique (CEA), lo que fue la primera autoridad civil de ingeniería nuclear de la historia. El Alto Comisario fue Jean Frédéric Joliot-Curie. El centro de investigación se estableció en Saclay, al sur de París, y el primer reactor crítico (de potencia cero) comenzó a operar el 15 de diciembre de 1948 en la vieja fortaleza de Fort de Chatillon, en la periferia parisina. Contaban además con el Dr. Bertrand Goldschmitt, que había trabajado con el equipo anglo-canadiense en el proyecto Manhattan, y que elaboró el primer método industrial eficaz para separar plutonio.

De Gaulle, acérrimo nacionalista, era un firme partidario de construir bombas atómicas propias. El Partido Comunista, en aquellos momentos muy poderoso por su papel estelar en la Resistencia Francesa, se oponía. Joliot-Curie era, como su padre, comunista, tanto como nacionalista era De Gaulle. Así que fue depuesto, y cargo ocupado por Francis Perrin, un científico incondicional de De Gaulle. La Asamblea Nacional autorizó en julio de 1952 la construcción de una planta industrial de producción de plutonio en la central nuclear de Marcoule, en el Ródano. Este reactor G-1, construido enteramente con tecnología francesa, entró en servicio en 1956.

Tras la debacle de Dien Bien Phu, en la entonces Indochina francesa (actualmente Vietnam) el Primer Ministro Pierre Mendes-France dio luz verde a un programa para construir un arma atómica nacional. A partir de 1955, el Ministerio del Ejército comenzó a suministrar grandes cantidades de dinero para financiar este programa. Tras la humillación franco-británica ocasionada por la confiscación del canal de Suez (octubre de 1956) gracias a que Estados Unidos dejó de nuevo sin apoyo a sus aliados, el proyecto adquirió carácter casi de "obsesión nacional".

El encontronazo con Estados Unidos que significó el desastre de Suez y la rápida retirada de los ingleses, supuso a Francia cuestionarse la fiabilidad de estos supuestos aliados, y además de retirarse de la estructura militar de la OTAN, terminó de "cerrar" el programa militar atómico con tecnología totalmente gala. Sólo un mes después de estos incidentes, el Ministerio del Ejército y el Comisariado de la Energía Atómica firmaron un memorándum para organizar la primera prueba de un arma nuclear. El 11 de abril de 1958, Félix Gaillard, último Primer Ministro de la IV República, dio la orden oficial de construir y probar una bomba atómica. El general Charles Aillert recibió el encargo de dirigir el Commandement Interarmées des Armes Spéciales (CIAS) el 10 de junio. Tras el golpe de estado de De Gaulle que dio lugar a la V República, nació el proyecto de crear una force de frappe, esto es, una fuerza atómica estratégica completa.

La primera bomba atómica francesa, Gerboise Blue (Ramo de Flores azul) detonó a las 7:04 GMT del 13 de febrero de 1960 en Reganne, un erial del Sahara Argelino, entonces colonia francesa. Era una bomba "tipo Nagasaki" de una "2ª generación" mucho más sofisticada, que liberó una potencia de 65 kt. Ningún país ha logrado una cifra tan alta en su primera prueba. Esta arma, casi sin modificaciones, sería militarizada como las bombas de aviación AN-11 y AN-22 y la cabeza misilística MR-31, con potencias entre 60 y 120 kt, durante los primeros años '60.
China
Ya en 1953 China se interesó en los usos pacíficos de la tecnología nuclear. El VIII Congreso del Partido Comunista dio luz verde a un programa de energía nuclear civil y también para la construcción de un arma nuclear y un misil capaz de transportarla hasta su objetivo. En aquella época China y la URSS eran países comunistas aliados y gracias a esto fueron posibles los acuerdos de transferencia de tecnología de 1953. De hecho, ya en 1951 hubo un acuerdo secreto mediante el que China suministraría mena de uranio a la URSS a cambio de tecnología nuclear civil. A mediados de octubre de 1957, se firmó un nuevo acuerdo defensivo (ambos países planeaban estrategias defensivas contra Estados Unidos) mediante el que la URSS suministró a China asistencia para construir misiles SS y SAM, un ciclotrón, una planta de difusión gaseosa de uranio y una bomba atómica completa, para que los científicos chinos la analizaran. Cuando China y la URSS se enfrentaron a principios de los años '60, la futura superpotencia asiática ya disponía de todos los elementos esenciales para desarrollar un programa propio.

Un programa del que no se sabe mucho, pues se ha llevado en secreto total, en sus instalaciones de Lop Nor (desierto del Gobi). Pero se ve que la herencia soviética fue más que suficiente. A las 07:00 GMT del 16 de octubre de 1964 el llamado "dispositivo 596" detonó en el campo de pruebas de Lop Nor liberando 22 Kt. China había optado por el camino del uranio en vez del plutonio, y por tanto el 596 era un monstruo de 1550 kg de fisión por implosión de U-235, una modificación sustancial sobre el diseño soviético de implosión por plutonio a que tuvieron acceso.Israel
Si el programa nuclear chino fue secreto, el israelí fue secreto y medio. Tanto, que incluso hoy en día hablar de ello en Israel puede constituir un delito. Entre 1950 y 1960, la relación entre Israel y Francia era muy buena: Francia era su principal proveedor de armamento, y varios científicos israelíes colaboraron en la construcción del reactor de plutonio de Marcoule. Es curioso que, por otra parte, los grandes genios judíos del proyecto Manhattan (Szilard, Einstein, Oppenheimer, etc) ya no quisieron tener nada que ver con el programa israelí ni con ningún otro. En su lugar se unieron en la Asociación de Científicos Atómicos, el primer grupo pacifista contemporáneo.

Seis semanas antes de la nacionalización del Canal de Suez, Israel hizo una aproximación para ver si Francia colaboraría en montarles un reactor nuclear. Ya existía un precedente, con el reactor CIRUS canadiense instalado en la India. David Ben Gurion y Ernst David Bergmann (director de la Comisión de Energía Atómica israelí) se entrevistaron con miembros de la CEA francesa. Después del fiasco de Suez, en el que Israel se quedó al final solo contra Estados Unidos y la URSS -incluyendo una ambigua amenaza nuclear soviética realizada por Bulganin- se produjo un encuentro entre Golda Meir, Shimon Peres y los ministros franceses Pineau y Bourges-Manoury. En compensación por lo de Suez, Francia se mostró de acuerdo en suministrar a Israel un reactor nuclear "altamente modificado" y asistencia para construir una fuerza de disuasión nuclear. Este reactor de producción de plutonio, llamado EL-102, se montó en el desierto del Negev, cerca de Beersheba, en un lugar llamado Dimona. Oficialmente se trataba de una "fábrica de manganeso". El agua pesada la suministró Noruega, con un acuerdo de verificar que era para usos pacíficos durante 32 años, pero los israelíes sólo les permitieron hacer la primera inspección. Había tantos técnicos franceses en una localidad tan pequeña que los Estados Unidos se dieron cuenta de lo que había antes de que terminara 1958. En 1960 De Gaulle dio su golpe de estado y la cooperación francesa se suspendió. Estados Unidos que aún quería ser el único país con armas nucleares, puso el grito en el cielo por aquella época.

Pero en 1962 los técnicos franceses habían regresado. El reactor de Dimona devino crítico en ese mismo año, y la planta de plutonio se completó en 1964 o 1965. La seguridad era tan estricta que un Mirage israelí fue derribado por un misil tierra-aire cuando se aproximó al complejo por error en 1967. Israel debía tener suficiente plutonio para construir una bomba cuando se produjo la guerra de los Seis Días, pero aún no estaba construida. En 1968, Moshé Dayan dio luz verde al proyecto. Otro autor afirma que durante la guerra de los Seis Días Israel disponía de 2 bombas atómicas que llegaron a entrar en alerta. Para 1973, cuando la Guerra del Yom Kippur, Israel disponía con toda probabilidad de al menos seis bombas atómicas. Al mismo tiempo se estaba colaborando con el programa sudafricano a cambio de uranio para Dimona.

El 22 de septiembre de 1979 se produjo una misteriosa explosión nuclear en el sur del Océano Índico, que nadie se ha atribuido. Se cree que fue una prueba conjunta sudafricana-israelí. El recientemente liberado Mordechai Vanunu, que ha permanecido en la cárcel 18 años por hacer público el programa, afirma que en 1986 Israel no sólo tenía decenas de bombas atómicas de segunda generación avanzada, sino que estaba trabajando en diseños de tercera generación (fission-boosted).
India
La calamitosa división del dominio colonial británico en dos estados, India y Pakistán (que produjo varias guerras en 1947, 1965 y 1971), más el conflicto fronterizo con China, una potencia nuclear (que condujo a una guerra en 1962) convenció a los indios de que necesitaban armas nucleares. Ya en 1944, 3 años antes de la independencia, existía en este país un centro de investigaciones autóctono establecido por el Dr. Bhabha bajo auspicios de Sir Dorab Tata. El 15 de abril de 1948, menos de un año después de la independencia, se creó la Comisión Hindú de la Energía Atómica bajo el gobierno de Pandit Nehru. El 3 de enero de 1954 se creó un nuevo centro, la Instalación de Energía Atómica de Trombay, que se convertiría en el "Los Álamos hindú". En 1959, esta "instalación" consumía una tercera parte del presupuesto de defensa y contaba con más de mil científicos e ingenieros.

En 1955 se comenzó la construcción del reactor Apsara, de 1 MW, con asistencia británica, y en este mismo año Canadá accedió a suministrar un potente reactor de investigación, el CIR de 40 MW. Eisenhower, desde Estados Unidos, envió 21 t de agua pesada durante el programa "átomos para la paz", y el reactor pasó a llamarse Cirus, o sea, CIR-U.S.

El diseño del reactor Cirus era ideal para producir plutonio de grado militar, y tan potente como para fabricar Pu-239 para una o dos bombas al año. El reactor devino crítico el 10 de julio de 1960 (su antecesor, el Apsara, lo había hecho el 4 de agosto de 1957, convirtiéndose en el primer reactor asiático operacional fuera de la URSS). En febrero de 1965, el Dr. Bhabha fue a Washington para buscar colaboración americana en la construcción de una bomba atómica, que le fue denegada. Así es que entonces solicitó la cooperación de Murthy, un estudiante muy brillante que había trabajado en el laboratorio nuclear francés de Saclay, para que le suministrara información. Murthy le contó todo lo que sabía, que no era poco.

A partir de la guerra de 1965 se produjo un parón debido a complejas cuestiones políticas, pero en 1967 la élite científica india, con vago apoyo gubernamental, inició un programa nuclear militar propio bajo la dirección de Homi Sethna y Raja Ramanna. Pero el Oppenheimer indio fue Rajagopala Chidambaram, curiosamente un biólogo molecular. En el invierno de 1968 a 1969, varios científicos visitaron las instalaciones soviéticas de Dubna, y quedaron muy impresionados por el reactor rápido pulsátil de plutonio, que reprodujeron en su país bajo el nombre Purnima. Allá por 1971, India disponía ya de casi toda la tecnología nacional necesaria para construir un arma nuclear de 2ª generación. Tras la guerra de 1971, se tomó la decisión de ir adelante con el proyecto. A principios de 1972, el diseño básico estaba completo. Indira Gandhi autorizó la construcción el 7 de septiembre de este mismo año.

A las 08:05 del 18 de mayo de 1974, un dispositivo denominado Buda Sonriente detonó en el subsuelo del desierto de Thar (Rajastán), cerca de la ciudad abandonada de Malka (a unos 25 km de Pokhran), liberando 8 Kt. Pese a su baja potencia, era un diseño muy complejo y altamente sofisticado, de segunda generación, por implosión de plutonio producido en el reactor Cirus. Al parecer, la fuente neutrónica de polonio/berilio llamada Flor (muy similar a la utilizada por norteamericanos y franceses) dio algunos problemas y fue el causante de que la potencia fuera tan limitada.-Fuente:Taringa-A/C-FILEALIEN-46-

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