martes, 29 de diciembre de 2009

-VIAJE ASTRAL-


-Estímulos eléctricos en la zona de la región llamada girus angular disocian el yo del propio cuerpo -

La ciencia acaba de derribar uno de los grandes mitos de la parapsicología. Un estudio demuestra que los llamados viajes astrales o desdoblamientos en los que el alma de una persona supuestamente abandona su propio cuerpo y levita en el aire tienen una sencilla explicación biológica.

El neurólogo Olaf Blanke y sus colaboradores del Hospital Universitario de Ginebra precisaron que por primera vez habían identificado el mecanismo cerebral que se esconde detrás de estas experiencias aparentemente paranormales. Sus investigaciones, publicadas el año pasado por la revista científica Nature, establecen que el fenómeno se debe en realidad a una extraña anomalía en los procesos cerebrales que determinan la representación mental del cuerpo.

El descubrimiento de estos científicos fue accidental. Blanke y sus colegas estaban investigando el caso de una mujer de 43 años que llevaba 11 años sufriendo ataques epilépticos frecuentes. Los neurólogos intentaron identificar el origen cerebral de ese trastorno mediante técnicas de visualización por resonancia magnética, pero el procedimiento no logró aclarar las causas de la epilepsia, y Blanke decidió entonces implantar electrodos en el cerebro de la mujer para concretar estudios profundos.

Al realizar la nueva exploración, la paciente repentinamente tuvo la sensación de que estaba flotando en el aire fuera de su propio cuerpo. "¡Me veo tumbada en la cama, desde arriba!", exclamó al iniciar su "viaje astral".

Otro misterio develado
En esas instancias, los investigadores se dieron cuenta de que, justo cuando la mujer entró en el extraño trance, habían estimulado con impulsos eléctricos una región cerebral conocida como el girus angular.

El estudio evidenció que en esa zona del cerebro se encuentran todas las claves empíricas que explican este tipo de experiencias supuestamente sobrenaturales.

Los científicos volvieron a estimular varias veces el girus angular de la paciente epiléptica y, en cada ocasión, la mujer decía que estaba experimentando sensaciones extracorpóreas, como si estuviera hundiéndose en un barco o cayendo de un precipicio. Tras una de estas descargas, dijo que se sentía como si su cuerpo no pesara nada, y que le parecía estar "flotando" por encima de la cama, a una distancia de dos metros.

Luego, los médicos le pidieron que observara sus piernas mientras le sometían a una nueva estimulación eléctrica. En este caso, dijo que le daba la sensación de que sus piernas se les estaban haciendo más cortas. Y cuando le pidieron que doblara los brazos, le pareció que se volvían contra ella, como si le fueran a golpear. En definitiva, al estimular el girus angular del cerebro de la mujer con reiteradas descargas eléctricas, comprobaron que provocaban una muy fuerte disociación entre el cuerpo y el yo de la paciente.

El estudio demostró con claridad que esa región del cerebro desempeña un papel crucial en el sistema neuronal que determina la representación mental que una persona tiene de sí misma y de su cuerpo.

El doctor Blanke y sus colegas reconocen que todavía no comprenden del todo el mecanismo neurológico que causa estas extrañas sensaciones extracorpóreas, ni las razones por las que muchas personas dicen haberlas experimentado en circunstancias cercanas a la muerte-Investigacion-Edicion:M-G-SIMONIN-

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